(Junio) Entendemos que el espacio público desde la visión ideológica dominante tiene determinadas concepciones, que a su vez, poseen ciertas implicancias; podemos decir primero que estas concepciones están construidas y se construyen en un proceso dialéctico entre relatos personales y un discurso social; es decir, nuestra forma de ver el mundo, conocer la realidad y entender el espacio esta influida por un aparato ideologico dominante que se filtra a través de las instituciones del Estado.
Segundo, que ésta lógica dominante a través del uso del poder imprime ciertos fundamentos ideológicos sobre dichas concepciones. Se habla entonces de un relato individual atravesadao por valores ideológicos desprendidos de una sociedad en donde se ha hecho del mercado el principio organizador de la vida.
Desde nuestro punto de vista, esto favorece la fragmentación del tejido social y la reproducción de una concepción privatizadora del espacio. Donde se entiende al espacio publico sólo en contraposición a la existencia de lo privado; se proclama, además, que idealmente casi todo debiese ser reducido a la esfera de lo privado; relegando a una mínima expresión el ámbito de lo público en prácticamente todas sus dimensiones. Relacionamos mucho esto con las ideas planteadas por Lechner (2002) quien señala que “la creciente privatización con la transformación del espacio público. La sobrecarga de la vida familiar no parece estar ajena al debilitamiento de los lugares de encuentro y conversación social”. Creemos que el debilitamiento de estos lugares contribuye con la fragmentación del tejido social. Lo que para nosotros se convierte en una de las tantas barreras que se oponen a la democracia; a la creatividad y a la libertad de un país. Lo que pone en un punto importante el asunto de problematizar y cuestionar el uso y la administración que esta detrás de lo llamados espacios público.
Es por esto que nuestra propuesta es ocupar los espacios y transformarlos en lugares donde se cultive el conocimiento y las relaciones humanas, experimentando la potencialidad creadora del vacío de donde todo surge.
Segundo, que ésta lógica dominante a través del uso del poder imprime ciertos fundamentos ideológicos sobre dichas concepciones. Se habla entonces de un relato individual atravesadao por valores ideológicos desprendidos de una sociedad en donde se ha hecho del mercado el principio organizador de la vida.
Desde nuestro punto de vista, esto favorece la fragmentación del tejido social y la reproducción de una concepción privatizadora del espacio. Donde se entiende al espacio publico sólo en contraposición a la existencia de lo privado; se proclama, además, que idealmente casi todo debiese ser reducido a la esfera de lo privado; relegando a una mínima expresión el ámbito de lo público en prácticamente todas sus dimensiones. Relacionamos mucho esto con las ideas planteadas por Lechner (2002) quien señala que “la creciente privatización con la transformación del espacio público. La sobrecarga de la vida familiar no parece estar ajena al debilitamiento de los lugares de encuentro y conversación social”. Creemos que el debilitamiento de estos lugares contribuye con la fragmentación del tejido social. Lo que para nosotros se convierte en una de las tantas barreras que se oponen a la democracia; a la creatividad y a la libertad de un país. Lo que pone en un punto importante el asunto de problematizar y cuestionar el uso y la administración que esta detrás de lo llamados espacios público.
Es por esto que nuestra propuesta es ocupar los espacios y transformarlos en lugares donde se cultive el conocimiento y las relaciones humanas, experimentando la potencialidad creadora del vacío de donde todo surge.
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